Adoptar una nueva tecnología requiere tiempo y comprensión en todo tipo de mercados y sectores. Durante años, en España, la firma electrónica ha sido utilizada para concluir todo tipo de acuerdos y acelerar el proceso de cierre de contratos en diversas organizaciones.
No obstante, aún persisten dudas sobre la validez de esta herramienta en el mercado español y el marco legal que la respalda. En este artículo, intentamos responder a las preguntas más frecuentes sobre la legalidad de la firma electrónica y su validez en España.
La respuesta a esta pregunta es clara: sí, la firma electrónica es legal en España. Su uso y regulación están establecidos por:
Además, no existe un requisito específico dentro de la legislación española sobre cómo se debe aplicar una firma, ya sea física o electrónica. Sin embargo, hay excepciones donde se requieren formalidades especiales.
La Directiva de Firmas Electrónicas 1999/93/EC otorgó a los estados miembros la libertad de interpretar la regulación y establecer sus propias restricciones. Dadas las diferencias entre las legislaciones de los países miembros, el Reglamento eIDAS se introdujo para estandarizar y facilitar las transacciones digitales entre países de la UE, promoviendo un ambiente de confianza.
Esta regulación ha sido un pilar fundamental para la innovación y desarrollo de soluciones de firma electrónica. Así, ha surgido una variedad de tecnologías para autenticar a los firmantes, permitiendo a las empresas elegir el método que mejor se adapte a sus necesidades.
La verificación de identidad es uno de estos desarrollos. Existen diversas plataformas que ofrecen a los usuarios la posibilidad de conectar casi cualquier método de identificación a un acuerdo. Muchas organizaciones optan por controles de identificación con foto para aumentar la seguridad y reducir el riesgo.
eIDAS contempla casos de uso específicos, pero también establece firmemente que las firmas electrónicas tienen validez y no pueden ser desestimadas simplemente por ser digitales.
Para garantizar la autenticidad e integridad de un contrato firmado electrónicamente, se recomienda el uso de firmas electrónicas avanzadas o reconocidas, que requieren la identificación del firmante a través de claves criptográficas y la utilización de certificados digitales emitidos por proveedores acreditados. Además, es importante que se utilicen plataformas y herramientas de firma electrónica que cumplan con los requisitos de seguridad establecidos por la ley.
Es esencial utilizar software especializado para llevar a cabo firmas electrónicas. Algunas soluciones aseguran un registro electrónico de la firma y permiten autentificar a las partes.
En caso de disputa legal, la parte interesada en la validez del contrato con firma electrónica deberá presentar pruebas que demuestren la autenticidad e integridad del documento firmado electrónicamente. Estas pruebas pueden incluir el certificado digital utilizado para firmar el documento, la huella digital del documento y los registros de acceso y manipulación del mismo. Es importante que se conserven todos los registros y pruebas relacionados con el contrato firmado electrónicamente.
Son pocos los fallos judiciales que tratan específicamente sobre la validez de la firma electrónica, lo que refleja un consenso sobre su validez para establecer y hacer valer derechos y obligaciones legales.
Tanto la Unión Europea como España han trabajado para asegurar la validez de la firma electrónica, incentivando su implementación en empresas y organizaciones.